Familia:
Gaspar Sánchez Faz
Esta página es un punto de partida para
encontrar, reunir,
y la convivencia vía Internet de la familia Gaspar-Sánchez-Faz
Origen del Apellido:
HISTORIA
Esta..... es otra historia,
Cuando Llegamos a Baja California
La Historia por: María Dolores Gaspar Vda. de Lozano
Camino de San Carlos al Sumi
PUBLICACIONES
Nota Tio Abel Gaspar
2023-09-14 Revista Pioneros
Fotos:
Reunion Anual 2017
Reunion Anual 2008
Reunion Anual 2009
Variadas fotos
Fotos Reunión 2010
Ceremonia Religiosa 2010
Fotos Reunión 2010 Alba 1
Fotos Reunión 2010 Alba 2
REUNION ANUAL 2013
Fotos Representativas
Fotos de Antaño
Fotos Sanchez
Fotos GSF
Fotos Sanches
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On Behalf Of Pablo Sergio Aispuro Cárdenas
Por abrumadora y agobiante exigencia de la Chelo y de Lulú Gaspar, y de Tegané, que dice que qué pex con nosotros, les platico un poco de como está la onda acá y qué hacemos. También a Luisfe le cumplo una promesa que le hice, de aportar algo –si sirve- para su foro. A los que sí nos pelan ya les había dicho que Saltillo, Coahuila, es apenas más pequeño que Xicali, pero -nimó- más bonito; y es ciudad colonial (430 años, nomás). La verdad es acá que la vida es tranquila y serena, y fluye amablemente, pero -como ya dije por allá de enero- esto no se parece nada a Mexicali. Dios está en todas partes, dicen acá, pero duerme en Saltillo. Su promotor más fervoroso es el famoso articulista Catón (Armando Fuentes Aguirre: De Política y Cosas Peores), cronista de la ciudad. Para mis hijas y para mí, las comparaciones surgieron de inmediato y casi inevitablemente: La gente es más gente allá, con nosotros, porque somos más abiertos y cálidos (acá la raza es más conservadora y reservada); la comida no tiene punto de comparación: la carne asada es más carne y más asada allá en BC, en Chicali; los mariscos sí son mariscos en Xikali: acá son una cosa rara; en Mexicali, TJ, Tkt, Ensenada y Rosarito los asaderos se adornan con toda clase de salsas, cebollas, frijoles, chorizos, tripita, tostadas, etcétera, haciendo toda una exposición de colores, olores y sabores de cualquier puesto de "El Paisa", "El poblano", el "Bamoa, taco stand" o el "Ocotlán". Acá sobre la vil carne va la salsa sin más, y si te descuidas le encuentras entreverados hasta winis en cachitos, pa que rinda. La comida de BC, la verdad, es de primera: la que me pongas. Acá las noches son de una tranquilidad que a nosotros, a Blondie y a mí, nos encanta, pero que a las morras esta serenidad las ponen nerviosas ¿qué cosa, no? O séase, que el desmadre juvenil es más desmadre allá, por lo que mis potrillas, sobre toda Giuliana, dicen que es más vida la de las las calles y colonias de Shicalli y más compas sus compas de allá que los de Saltío. Y de repente la susodicha hija mía, se brinca pa Monterrey, en calidad de terapia, donde el destrampe de la chamacada le recuerda su tierra natal. Les adelanto lo que les quiero platicar más despuesito, otro día: que este abril visitamos el pueblo del que salieron los Gaspar-Faz-Sánchez, en 1934, San Carlos, Coahuila; y encontramos a la familia, que sí recuerda aquel suceso, y conversamos largo y tendido con un viejito, hijo de la tía Lázara (pregúntenle a Jerónimo, Nacho, Nano, Baltasar, Abel, Lola o Luzma quien era la tía Lázara Gaspar). El encuentro de la Blondie con el tío, y saber que en el Ejido Jarita, de allí mismo, son puros Gaspar (y un montón: más que allá, en Mexicali), la emocionó hasta las lágrimas. Y la cara del viejo, güero, de cara redonda y ojos azules (esos ojos y esa mirada como de lado, me dije, la conozco...), que sabe perfectamente de la gente que emigró a Mexicali… Luego les sigo platicando… Pablo Sergio Aispuro
Les decía: Como recordarán, los Gaspar, los Faz y los Sánchez salieron de acá por allá de 1934, de un pueblo cercano a Piedras negras, al norte del estado, que se llama San Carlos, municipalidad de Jiménez, pasando el bonito Río del Moral. Ah bueno, pues ya visitamos ese pueblito, chiquito de a madres. Tiene este lugar un lecho ancho de un río por un lado, que ahora está casi seco, pegadito a la vía del tren, que ya no se usa (la vía, pero el río tampoco), y los restos de lo que debió ser una bonita estación de ferrocarril, que deben recordar muy bien Don Nano, Don Nacho, Don Jerónimo y -no lo creo-, quizá Don Abel. Este edificio, que estoy seguro que era lo más elegante de este diminuto pueblo, más bien aldea, está en las afueras del pueblo, que seguramente creció junto a la estación del ferrocarril, como tantos pueblitos en tantos lados de este país. A la entrada del pueblo hay un camino largo y recto ya pavimentado, bordeado de una asequia o canal, con muchos árboles como gendarmes que vigilan la entrada; media hora antes de llegar al pueblo todo en verde, verde, verde, hasta con represas, laguitos y charcotes verdes, como anegados, que les llaman "tambos"; no se puede ver mucho alrededor de lo verde que está. Pero vuelvo al pueblo: me imagino que en tiempo de aguas se llenan el río y la asequia, todo está verdísimo, árboles grandotes por ondequera, se ven cabras y chivos por los alrededores, lo que es el pueblo tiene un kiosko presumido, en puro enmedio, oficinas municipales chiquitas pero bien cuidadas, una patrulla-pickup que daba vueltas y vueltas, paleterías, tienditas y tendajones (Cuervos o el Ejido Hermosillo son urbes grandísimas, comparadas con San Carlos) , y una iglesia que debe ser reciente, muy picuda, como un largo cucurucho de ladrillos rojos o adobe, que no se ha terminado, con su respetable campanario . Así, la Blondie, mis hijas y yo recorrimos las veredas y los riachuelos, y la estación del tren en que trotaban los Gaspar Sánchez en 1930, el kiosco, lo que fue un banco, y seacabó. Creo que se nos notaba lo fuereños a 10 kilómetros de distancia: yo con mis modernos, guangos y coloridos shorts y una camisa hawaiiana que me regaló un viejito pocho de Popotla, que ya ven qué audaces son, y me calcé unos tennis de esos muy lucidores y pintorescos que les juro que me los puse nomás para que mis hijas no estuvieran jodiendo, ay papá, qué naco eres..., o sea, muuuy fashion el hombre....; y mis hijas, imagínense, tirando apriete en ese perdido rincón rural de la patria, con sus lentes oscuros de "...haz de cueeeeenta wei..., de hecho wei... mi abue nació aquííííí wei..., comooo creeesss...weii..". Y tome y tome fotos. Antes de darnos a la tarea de buscar a los más viejitos del lugar, exploramos el centro ceremonial del lugar: con mirada experta recorrimos el kiosco (más viejo que no sé qué, según nosotros), y dictaminamos de inmediato: aquí debieron jugar los Gaspar de niños, pero, entre lo descolorido y corroido de los herrajes encontramos una leyenda que decía: "Este kiosco fue construido en 1944"... en la madre..., hacía 10 años que los GFS se había fugado hacia Mexicali. Luego un viejo edificio de madera, de plano derruido: Banco Ejidal del Norte, inaugurado en ...1938, pásuma. ¿Habrá existido algo aquí, en 1930? Pues sí: la estación del tren, que parece que era terminal que venía de quién sabe dónde, pero que aquí terminaba (este dato es de Don Nano). Concluida la investigación, brochita en mano, como arqueólogos de National Geografic, nos pusimos a buscar viejitos, a ver quién recordaba al Nano Gaspar, a los Faz, a los Sánchez, y ¡bingo! tuvimos suerte. La búsqueda de ancianos no fue muy ardua, porque los agarramos cuichis saliendo de misa, pero ninguno daba el ancho necesario: 80 años o más. Les cuento: A esa hora iba saliendo la gente de misa, de la iglesia esa que les digo, la picuda de arriba, y platicamos con los viejitos del pueblo que iban apareciendo, a ver si recordaban aquel éxodo de hace más de 70 años. Entrevistámos a dos o tres: pregúntale a aquél, le dije a Dolores, antes de que se desplome y nos prive de información esencial. Y ¡zaz!, nos mandó con los Gaspar, "yo los llevo", nos dijo, "viven aquí cerca, a cinco minutos...". Vamos, le dije a la Lola, rápido, antes de que este buen hombre pase a mejor vida. Total: hasta a los Gaspar que quedan en el villorrio visitamos: Mi Blondie se emocionó hasta las lágrimas, cuando platicó con un hijo de la tía Lázara de mi suegro Nano (¿ya preguntaron por la tía Lázara...?). El tío Crescencio Sánchez Gaspar, hijo de Lázara Gaspar. La cara del viejo Sánchez Gaspar no niega la cruz de su parroquia: blanco, regordete, de entradas en el cabello tipo Jaime o Leonardo Gaspar, y de ojos azules azules: bueno, hagan de cuenta que están viendo a Leonardo pero en güero, de ojos azules y muchos años después... Hasta fotos nos tomamos con él (con el viejito, no con Leonardo, él no iba). A propo: nos platicó el tío que quien fue a San Carlos a visitarlo fue el tío Nacho y el Gustavo, pero no recordó cuándo. El resto de los Gaspar, nos platicó, ora sí que la gaspariza, se encuentran en un ejido que se llama Jarita. Allí hay Gaspares a pasto, nos dijeron. Nos quedamos con ganas de ir al Ejido Jarita, pero eso sería otro día. Así estuvo la onda. A mi mujer se le removieron emociones profundas, sentimos bonito, mis hijas sintieron escalofríos, y yo nomás sonreía, enfundado en mis exótica indumentaria. La verdad es que estábamos pasando una tarde soleada espléndida pero ya se hacía tarde para regresar a Saltillo, que está a cinco horas de allí. Lola manejó de regreso. El pueblo se quedó atrás, pero ya incompleto. Algo nos trajimos. Saludos Publicado en: www.Enlaweb.com.mx
Tere: fíjate lo que son las cosas, mi chamba me trajo primero
a Coahuila, de donde salieron los Gaspar, Sánchez y Faz, en los
treintas del siglo pasado, y luego me mandan a San Luis Potosí,
región de los Faz -hay un poblado acá llamado "Guadalupe
de los Faz"- y los Gaspar. Total, que ya visitamos San Carlos, y
su ejido "Jaritas"; y Charcas, SLP, por donde pasaron -y salieron-
los Gaspar allá por 1870-90 (hay gaspares aún en Charcas,
y en Mexquitic, SLP (lugares cercanos entre sí). Don Abel quedó
en darme más información para ubicar bien ese paso por allí
(él tiene un acta de nacimiento de su abuelo, de Charcas -bonito
lugar del altiplano potosino). Además, por lo que se refiere a
los Sánchez ya pasamos también por Concepción del
Oro (de esta parte no tengo mucha información -ni poca, la verdad,
sólo eso). Para mi sorpresa, los Gaspar que estuvieron en Charcas
eran ¡músicos!, según me cuenta Don Nano. En fin,
que la película es larga, pero se le puede seguir todavía
fácilmente el hilo. Otra cosa más, que no sé si la
comenté alguna vez: los Gaspar que quedan en Jaritas, Coahuila,
a los que saludó Don Nano, y reconoció como sus primos,
primas y sobrinos tienen un parecido impresionante con los tíos
Gaspar Sánchez, por ahí tengo fotos de ellos que en cuanto
las encuentre se las mando (las tiene Don nano también), la verdad
es que parecen arabes, lo que es una cosa que comparten todos los gaspares
(como no soy experto en estas cosas sólo especulo). Te mando un
abrazo (te manda saludar la Blondie que por aquí anda, y se echa
sus vueltas para ver qué te platico, y me ayuda a compeletar este
texto). Saludos.
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Lic. Luks Felipe Gaspar (email)